¡Causa, tienes que estar «En el barrio»!
Pasear en el barrio, por segunda vez, ha sido tan divertido como la primera. El elencazo que se maneja esta obra es capaz de hacerte vivir una montaña rusa de emociones, de principio a fin. ¡Prepárate! Tienen profesionales para hacerte reír y llorar, más de una vez. Orquesta en vivo para que sientas el rap, hip hop, las baladas, la salsa y el merengue correr por tus venas latinas y vibres de la emoción a lo largo de este musical, que llega gracias a Los Productores bajo la dirección de Bruno Ascenzo.
Y es que este grupo de actorazos merecen todos los aplausos que la audiencia les regala después de cada canción. Ver a Gisela Ponce de León (Nina) actuar en vivo, no pone en duda lo talentosa que es. Escucharla cantar, ¡uuff! No tienen ni idea cómo te logra conmover con esa voz tan hermosa. Si Gisela fuera una superheroína, su poder sería emocionar; es increíble la facilidad con la que puede llegar al espectador. Cuando actúa y canta, ¡se te eriza la piel! Fueron sus canciones las que me sacaron lágrimas las dos veces que fui. Sí, ¡en ambas!
Andres Salas (Usnavy) es el encargado de engancharte durante toda la obra. Su personaje te hará vivir la mayoría de la historia a través de las rapeadas malditas que se mete, ¡mismo Eminem! A eso agréguenle las córeos y el elenco de la academia de Vania Masias: D1, una fiesta total. Las risas sin duda te las van a sacar los personajes de Guille Castañeda (Sonny) y Anahí de Cárdenas (Carla), la culpable de mis carcajadas, con tan solo ver su forma de pararse, pasando por sus muecas, hasta las frases tan inocentes y divertidas que le toca decir.
Descubre luego, de lo que es capaz de hacer Gustavo Mayer (Kevin), el papá de Nina, cuando se entera de que su pequeña perdió la beca en la Universidad. De hecho, fue el solo de Gustavo, cantando «Inútil», el que me hizo moquear. Lágrima tras lágrima, señores; créanme, lloras tú y lloran los de tu fila, así de feeling es esa parte.
El amor se vive en el barrio a través de la historia que nace entre el churrísimo y talentoso Luis Baca (Benny) junto a la dulce Nina. Y ahora, permítanme cerrar con alguien que merece ser mi broche de oro de esta nota: la guapísima Verónica Alvarez, quien está debutando en su carrera de actriz en este musical como Vanessa, una chica que jala todas las miradas en el barrio y del público. Una increíble voz y una presencia en escena que va a conquistar a gran parte de los asistentes masculinos con sus curvas de infarto. Si las chicas tenemos a Benny para el deleite, los hombres tienen a Vanessa.
Sé que esta obra se centra más en lo que es poder sobrevivir en un lugar que no es la tierra donde naciste, pero también habla de salir adelante a pesar de tantos obstáculos, y fue eso lo que me conectó mucho con ella. Ya voy dos veces, ¿la volvería a ver? ¡Claro que sí!
Este musical está que la rompe y solo quedan unas cuantas funciones en el Teatro Plaza Norte. ¿Consejo de oveja? ¡No pierdas más tiempo y corre a sacar tus entradas! Disponibles en la boletería del teatro y en Teleticket de Wong y Metro.
Comentarios
Publicar un comentario