Cuando nada es color crema y guinda...

Te he visto perder ya otras veces, hemos pasado momentos peores que éste, pero no soporto este resultado, no puedo entenderlo. La ira de perder de esta manera tan repugnante se mezcla con todo lo de la semana, ni tú, ni yo la hemos pasado bien. Encima, tener que soportar que no juegues de local tan seguido como antes, no tenerte a mi lado cada fin de semana y tener que verte a través de una pantalla, es lo que más frustra.

De un Apertura donde nos adueñamos de la punta, donde las portadas eran nuestras y contaban nuestra seguidilla de victorias; torneo que sirvió de vitrina para que seis de nuestros jugadores se fueran a representar al país, siendo el equipo que más futbolistas aportó en la Copa América. A un Clausura donde de 15 puntos posibles solo vamos 1. ¡Cómo es todo esto posible!

Da rabia y mucha, sabíamos que con tantos representantes en la bicolor, nos esperaba un torneo jodido. Entendíamos, partido a partido, que nuestro equipo no estaba al mismo potencial de siempre, solo esperábamos que regresen para dejar tu nombre en alto, como lo mereces. Y cuando termina la Copa, nos llueven las sorpresas, te llenan de heridas y a mí de rabia. Temas de contratos, temas de dinero, temas de amor; todo lo que se habló de ti, recargaban mis ganas de que estés en Lima para irte a alentar.

No mereces interesados, seres que besen tu escudo, que te amen solo hasta que les caiga una oferta para luego dejarte de lado y olvidar todo lo que les has dado. Y es cierto: todos tienen un ciclo que cumplir a cada parte que van, todos merecen crecer y se les agradece lo aportado; pero también es bonito agradecer a quien te dio las oportunidades para que hoy estés donde estés, nadie debe olvidar de donde viene, es recíproco. El que de verdad te quiere, te cuida, te protege, no te hace daño, un hincha solo tiene amor del bueno para ti. Y jugadores hinchas, ya muy pocos.

¿Y el resultado de ayer? Somos de la U, no nos gusta perder, de estirpe de campeón y del juego con garra. El hincha ya sabe quién nos saboteó en la formación, tanto convocado para que a su regreso se la pase en la banca, ilógico por dónde se mire. Una defensa que ha estado débil desde el inicio del torneo, protagonista de un autogol; un arquero que su ciclo terminó con el torneo del 2009, que se le agradece pero ya no es el mismo; jugadores que olvidan jugar con garra, que llevan una U en el pecho y no recuerdan que esa camiseta se defiende 90 minutos.

El partido de ayer, sirvió para que no olvidemos que seguimos en crisis, que Universitario aún nos necesita, tanto como nosotros a él. El hincha publica mil veces un «el sábado nos vemos»; que no se quede ahí, vuélvelo a escribir y ponle la foto de tu entrada, para que el compromiso sea tangible, que no nos tilden de tecleros. La cita es en El Nacional; regresa, Universitario, que se llene la popular y se sienta el aliento.


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