Cuando pierde Universitario
Jode, como mierda, escribir cuando hemos perdido de manera tan desastrosa. Regresar con un cero a casa, con un partido jugado pobremente, jugadores que sobran en el equipo, Técnicos y Dirigentes que también entran a ese saco de basura; todo jode, todo aumenta la cólera.
En el trayecto de regreso a casa voy chateando con mis amigos sobre el partido. En redes, leo a todos los hinchas que publican asados, a otros que seguirán alentando. El taxista distrae mi mente cuando me conversa sobre el juego que abro por momentos, el de los pokemones.
En el trayecto de regreso a casa voy chateando con mis amigos sobre el partido. En redes, leo a todos los hinchas que publican asados, a otros que seguirán alentando. El taxista distrae mi mente cuando me conversa sobre el juego que abro por momentos, el de los pokemones.
Sentada en mi cocina, sigo respondiendo y leyendo más cosas. Entre reproches a los jugadores, Técnicos y Administradores, resaltan el aliento de la doce. El que creció cuando llegó el segundo tanto, el que reventó cuando llegó el tercero, el que no paró hasta después de los 90'. Mi abuela se sienta en frente mío para cuestionarme si estoy loca por ir a verte, por no perderme ni un partido. Me pregunta qué me pasa, qué es lo que tengo, si es que estoy bien. Solo atino a decir que sí y no hago más grande el asunto. Busco en mi celular algo que anoté y mi mente regresa al estadio: a los minutos finales, al momento cuando lo único que veía era toda una hinchada, que a partir del segundo gol, subió el volumen de su voz, que a pesar de tanto abuso policial, de tres goles, de no venir bien, sigue ahí.
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Captura propia. |
Crema, ¿qué será? Que a pesar de todo, te quiero más. Mi abuela me lo preguntó y en el estadio, mientras te lo cantaba, me cuestionaba lo mismo. Y aún no entiendo que será, solo sé que verte caer así, hacía más grande este amor. Cantarte más fuerte que iba a seguir contigo, a pesar de la derrota, era mi más grande emoción. Sentir tantas voces al rededor mío repitiendo lo mismo, es la máxima expresión de amor; de, ésta, tu hinchada.
Yo te quiero, aunque ganes o pierdas. En medio de tanto aliento, tanta garganta destruida, anoté -como sea- esas líneas de dos canciones, para volverlas a leer y recuerde ese instante. Y es que sí, Universitario, tienes un plantel armado al interés, que llena bolsillos y decae en el juego. Tienes Técnicos y Dirigentes que cada vez te hacen más daño. Y tienes tu hinchada, la que te quiere y te sigue a donde vas, la que saca cara por ti, la que está sufriendo el peor de los tratos en la popular, la que va a salir a reprochar a Brayner, a Cuba y a Guastavino, que hace rato no están dando la talla. La que regresa con más ganas, con más amor, al siguiente partido. La misma, que a pesar de todo, te sigue amando, la que ya tiene maletas listas para Cajamarca y Ecuador. La misma que sacó la garra, cuando ninguno en cancha lo hizo. Si todos andan preguntando dónde quedó, que sepan que nunca se fue, la tuvo la hinchada, noventa minutos y más.
PRONUNCIAMIENTO: NO al discurso de odio contra mujeres y LGBTQI https://t.co/PVrVhRW02q #EnfoqueDeGéneroAhora #NoAlDiscursoDeOdio #FueraLajeMarquez @pavese @NUMSTLosOlivos @NiUnaMenosPeru @HARTASMujeres @duhnia @Jeannettellaja @reinadecapitada @LaFerru @WaykaPeru @gabrielawiener— Comando Plath (@ComandoPlath) March 20, 2019
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